Saldar el préstamo
En lo más íntimo nos sentimos muy importantes, muy especiales, nos sentimos el centro del universo y queremos que todo gire a nuestro alrededor. Pero la vida está hecha de otra forma y sólo somos como un granito más en un océano de arena. No somos algo especial ni siquiera distinto.
La vida quiere ante todo enseñarnos esa lección, a través de los cambios, a través de las estaciones, a través de los amigos que se van para no volver y, sobretodo, a través de nuestra propia fragilidad y nuestra muerte.
Esta meditación nos lleva a soltar la opinión exagerada que tenemos de nosotros mismos; parte de la perspectiva clásica de que cualquier fenómeno en el universo es una combinación de cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y espacio. Lo único que hace las cosas diferentes es la proporción entre ellos. Nosotros aparte de la mente también somos una combinación de los cinco.
La identificación con el cuerpo es uno de los obstáculos más difíciles de vencer, a la hora de reconocer nuestra Naturaleza Primordial. Estamos demasiado identificados con nuestro cuerpo. Esta meditación nos ayuda a soltar esta visión parcial de nosotros mismos.